Tres guerreros venidos del calido Oriente a pelear su batalla en la tierra donde se pone el sol y las montañas son el paisaje predominante de este frio ambiente, que les da una extraña y espectacular bienvenida con una vista única que fue claramente dibujada en el mas profundo lugar de sus corazones... Su cuerpo un poco fatigado por el entrenamiento y las batallas previas, pero aú así su espiritú de guerra estaba mas alto que nunca y veian cada segundo como una oportunidad para dar lo mejor de si mismos y enfrentarse contra 30 mil molinos si fuese necesario para ser dignos de la victoria...
En la posada donde se alojaron era perfecta para que cada uno medite y se prepare para el ultimo día de batalla que definiria el lugar de aquel estandarte que traian desde tan lejos... El dia le pertenecia a Saturno...
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